(Fanamarihana: lahatsoratra nivoaka tamin'ny Jona 2006)
Blaogera Venezoeliana nahavita ny fianarany ambaratonga ambony tany Etazonia i Iria Puyosa. Mamaritra ny fiverenany tany Carakas tamin'ny herinandro farany teo ity lahatsoratra ity.
El vuelo sale de Houston. Por las conversaciones que escucho de pasada, parece que todos los gringos que me rodean trabajan en la industria petrolera nacional, en las soberanas empresas mixtas que sustituyen a las asociaciones estratégicas. Menos participación en acciones, pero más retórica patriótica, como corresponde al proceso.
Nadie me había comentado que los trabajos de ampliación del aeropuerto de Maiquetía han avanzado lo suficiente como para hacer del paso por inmigración y aduanas una experiencia más cómoda. Tendencia humana a ignorar lo positivo. Las malas noticias son más apasionantes.
Miala ao Houston ny fiaramanidina. Araka ny resaka henoko mandeha, toa miasa amin'ny indostria nasionalin'ny solitany ireo gringos manodidina ahy, any amina fandraharahàna manana ny maha-izy azy izay misolo ireo fikambanana stratejika. Vitsivitsy kokoa ny fandraisana anjara amin'ireo hetsika, fa kabary tsara lahatra sy tia tanindrazana bebe kokoa, toy izany no fandehany.
Tsy nisy nilaza tamiko hoe efa nivoatra be ny asa fanalehibeazana ny seranam-piaramanidina ao Maiquetía mba hahalasa ny fifindramonina sy ny fadin-tseranana ho zavatra mampahazo aina kokoa ny miaina azy. Fahazaran'ny olombelona ny tsy miraharaha ny zavatra tsara. Mampientanentana kokoa ireo vaovao ratsy.
Gregorio, el taxista que viene a buscarme, se convierte de inmediato en pana-pana, aunque hace dos días ninguno de los dos sabía de la existencia del otro. Me advierte que nos toca la peligrosa carretera vieja, porque a esa hora ya está cerrada la trocha, para terminar de construirla. No es así. No hay nadie trabajando en la trocha; iluminación, taludes, señalización tendrán que esperar un largo tiempo, dado el ritmo de trabajo incesante que observo. Lo bueno es que no hay casi tráfico y llegamos pronto a Caracas. Durante el camino, Gregorio me comenta las noticias de quienes andan detrás del volante todo el día. Hay escasez de gasolina; ¿se nos acabó el petróleo? Levantaron el asfalto en muchas calles, para no ponerlo nunca más. Puedo constatar la falta de asfaltado justo entrando en Caricuao. “Ellos”, “esa gente”, son los responsables de los problemas de vialidad, la pérdida de rentabilidad de las estaciones de gasolina y la inseguridad. No me hace falta preguntar quienes son “ellos”, pero no puedo dejar de notar ese rodeo para no nombrar. Lo seguiré notando durante toda la semana; taxistas, peluquer@s, mesoner@s, emplead@s de barra, asignan la responsabilidad a “ese señor”, “esa gente”, “ellos”. ¿Por qué estos sujetos indeterminados donde antes había nombres precisos