(Fanamarihana: lahatsoratra nivoaka tamin'ny Febroary 2007)
Tonga tao Santiago, Shily ilay ”Goaibe Kely” Frantsay malaza. Vahoaka maro no nivory hijery azy io tao afovoan'ny renivohitra. Mampiditra antsika amin'ilay fotokevitra i Claudia (ES):
Cuenta la historia de un rinoceronte que escapó de África, pasando por las minas del cobre y llegando a la gran ciudad para ser capturado por la mágica niña de un cuento de hadas. Como señaló Jean Luc Courcoult (Royal de Luxe), la Pequeña Gigante representa la parte de nosotros con la cual queremos volver a encontrarnos, y que se vuelve real con el cariño de la gente. Es magia, es fantasía; es esa parte infantil que siempre va a vivir en nosotros (me recuerda la dedicatoria de El Principito de A. de Saint-Exupéry).
Shiliana an'arivony maro no nanatrika hijery ity saribakoly hetsehin-tady, (marionety) mirefy 5 metatra ity, na ny olona avy amin'ny ivelan'ny renivohitra aza, toa an'i ”Gata de media luna” (ES) izay nanoritsoritra ny zavatra niainana:
A salir de la estación, nos encontramos con un mar humano. Miles de personas esperaba a que la marioneta articulada por humanos, se despertara y saliera a recorrer las calles. Como todos, queríamos verla. Nosotros teníamos un merito aparate, viajamos especialmente para verla(bueno y aprovechar el viaje para hacer uno que otro tramite poco). La muchedumbre estaba enardecida! En lo que pudiera que les permitiese ver mejor se subían, micros, camiones, paraderos, nada escapa a la imaginación.
Tsy vitan'i Roberto Olivares (ES) ny nanohitra ilay fiheverana hoe nandray anjara tamin'ny masoandrony ity saribakoly ity. Toy ny hazavainy:
La Pequeña Gigante que estuvo en Santiago ha sido una de las experiencias más espectaculares que he visto, hasta el sábado me conformaba con verla por televisión, pero la ilusión que veía en los ojos de Francisca hicieron que pese al temor de la masa, del calor y del no ver nada decidiera levantarme el día domingo a las 8:00 de la mañana para estar antes de las 10:00 viendo como despertaba esta muñeca que salió de las páginas de un cuento para instalarse con nosotros por tres largos y entretenidos días.